Estafas bancarias

Estafas bancarias

Estafas bancarias: una guía realista para defender tu dinero

Las estafas bancarias ya no son correos chapuceros con faltas de ortografía. Hoy hablamos de campañas profesionales que imitan a la perfección a las entidades: dominios casi idénticos, SMS que “heredan” hilos reales, llamadas con número suplantado y webs clonadas que pasan por auténticas. El objetivo es siempre el mismo: robar credenciales o códigos para ejecutar transferencias, compras o vaciados de cuenta.

Un caso realista: el enlace “seguro” que no lo era

A Elena, administrativa en una empresa, le llegó un SMS de “seguridad” aparentemente de su banco: “Actividad sospechosa detectada. Verifique su identidad aquí”. El enlace conducía a una página indistinguible de la banca online. Introdujo usuario, contraseña y, acto seguido, un supuesto “agente” la llamó para confirmar un código “de bloqueo”. En realidad, autorizó dos transferencias por 9.200 €.
Cuando reclamó, la respuesta fue automática: “negligencia grave de la cliente” por haber introducido sus datos en un sitio no oficial y facilitar un código.

La respuesta típica del banco y por qué no es el final

Casi todas las entidades culpan al cliente. Alegan que la operación se autorizó con credenciales válidas o con un código de un solo uso (OTP), y que no hubo “fallo del sistema”. Esta visión es parcial. La PSD2 y las Directrices de la EBA exigen autenticación reforzada (SCA), monitorización del fraude y controles proactivos (detección de patrones atípicos, destinos inusuales, límites dinámicos, alertas claras). Si esos controles no saltan o no se aplican con diligencia, la responsabilidad no puede recaer automáticamente en el consumidor medio.

Cómo lo desmonta la ciberinvestigación

En INTELISOC abordamos el caso técnicamente:

  • Reconstruimos la cronología digital (SMS, cabeceras de email, registros de acceso, llamadas, huella de la web clonada).
  • Evaluamos si la entidad aplicó SCA correctamente y si sus sistemas detectaron o debieron detectar el patrón sospechoso (monto, IP geolocalizada en país inusual, dispositivo nuevo, cambio súbito de comportamiento).
  • Comprobamos la claridad de las advertencias: ¿el interfaz distinguía bien entre “bloquear” y “autorizar”? ¿Hubo alertas inequívocas antes de transferir a una cuenta nueva?
  • Documentamos brechas procedimentales: tiempos de reacción, canales de comunicación, protocolo de bloqueo.

El resultado es un informe de ciberinvestigación que explica, en lenguaje comprensible para el juzgado, cómo se produjo el fraude y por qué la entidad pudo (y debió) evitarlo.

Jurisprudencia: cuando el juez escucha a los hechos

En España, diversas resoluciones han dado la razón al afectado cuando no queda acreditado que el banco aplicó todas las medidas de seguridad exigibles o cuando las advertencias al usuario eran ambiguas. Los tribunales han recordado que el cliente no está obligado a dominar técnicas de ingeniería social, y que la banca, por su posición y medios, debe prevenir y mitigar el fraude. En esos supuestos, se ha ordenado reintegrar el dinero.

Qué hacer si has sido víctima (checklist práctico)

  1. Contacta inmediatamente con tu banco y solicita bloqueo de operaciones y tarjetas.
  2. Denuncia (Policía/Guardia Civil) y conserva todas las evidencias: SMS, emails, capturas, registros de llamada.
  3. No asumas culpa por defecto: exige el expediente completo de la operativa.
  4. Busca apoyo técnico especializado para analizar el caso con criterios PSD2/EBA y preparar una reclamación sólida.

Conclusión

Que te acusen de “negligencia grave” no significa que lo sea. Con un análisis forense de ciberinvestigación bien documentado, es posible demostrar incumplimientos y obligar a la entidad a devolver lo sustraído. En INTELISOC transformamos un relato de “culpa del cliente” en prueba técnica que los jueces entienden y valoran.

¿Te ha pasado algo parecido? Nuestro equipo de ciberinvestigación puede analizar tu caso y preparar un informe que refuerce la devolución.

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